¿Cuando vas a un baño público no andas toqueteando por todos lados, verdad? Pues cuando un amigo te muestre algo en la pantalla táctil de su gadget piensa dos veces antes de tocarlo, pues podrías contagiarte de un montón de enfermedades.
Esa es la alarma que acaba de activar la Universidad de Stanford al hacer público los resultados de un estudio que demuestra que las pantallas táctiles de nuestros gadgets superan hasta 18 veces en bacterias a los baños públicos masculinos (sí, hacen énfasis en que utilizaron como referencia baños masculinos, así que o todos los investigadores eran hombres, o los baños de las mujeres son más limpios…)
El responsable de la investigación, aunque a primera vista podríamos pensar que es Adrian Monk por aquello de la fobia a los gérmenes, se llama Timothy Julian y nos ha alertado así:
"Si usted comparte el dispositivo, entonces usted podría estar compartiendo su gripe con alguien más que lo toca (…) Si ponemos un virus sobre una superficie, como la de un iPhone, aproximadamente el 30% de este se quedará en las yemas de sus dedos”.
Pues con tal dato quizá podríamos empezar a catalogar ahora a los gadgets como a los cepillos de dientes: “de uso personal” y no andarlos prestando por ahí. Eso sí, para que no nos tilden de egoístas podríamos guardar el enlace a esta nota y mostrarlo en nuestra pantalla táctil –ojo sólo que lo vean, nada de tocar- a nuestros amigos, para que vean que no nos hemos convertido en paranoicos estudios científicos nos avalan . Advertencia: Puede que comiencen a llamarte “Monk”.
Esa es la alarma que acaba de activar la Universidad de Stanford al hacer público los resultados de un estudio que demuestra que las pantallas táctiles de nuestros gadgets superan hasta 18 veces en bacterias a los baños públicos masculinos (sí, hacen énfasis en que utilizaron como referencia baños masculinos, así que o todos los investigadores eran hombres, o los baños de las mujeres son más limpios…)
El responsable de la investigación, aunque a primera vista podríamos pensar que es Adrian Monk por aquello de la fobia a los gérmenes, se llama Timothy Julian y nos ha alertado así:
"Si usted comparte el dispositivo, entonces usted podría estar compartiendo su gripe con alguien más que lo toca (…) Si ponemos un virus sobre una superficie, como la de un iPhone, aproximadamente el 30% de este se quedará en las yemas de sus dedos”.
Pues con tal dato quizá podríamos empezar a catalogar ahora a los gadgets como a los cepillos de dientes: “de uso personal” y no andarlos prestando por ahí. Eso sí, para que no nos tilden de egoístas podríamos guardar el enlace a esta nota y mostrarlo en nuestra pantalla táctil –ojo sólo que lo vean, nada de tocar- a nuestros amigos, para que vean que no nos hemos convertido en paranoicos estudios científicos nos avalan . Advertencia: Puede que comiencen a llamarte “Monk”.
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