No es que te haya pasado nada malo, es que tu cara es así. Si esta situación te supone un problema REAL-f tiene la solución: imprime en 3D replicas de tu cara, convirtiéndolas en máscara. Si, es un invento que llega desde Japón.
Así ahora todos podremos ser tú. O si yo también tengo un equipo podremos intercambiarnos la cara dando lugar a divertidas e inquietantes situaciones, de esas que harán las delicias de los seguidores de Sigmund Freud. por 4000$ de nada podremos disfrutar de estas detallistas replicas construidas analizando cada ángulo de nuestra cara.
Esa impresión en alta resolución de nuestro rostro se emplea después en combinación con un molde de resina para construír la máscara. Si esto no es suficiente por algo más de dinero las replicas se harán de la cabeza completa, aunque tened en cuenta que cada rostro y cabeza adicional supone un coste extra. Una nadería comparado con la posibilidad de recordarnos eternamente jóvenes.
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