Hewlett-Packard (HP) ha presentado su nueva línea de impresoras de objetos tridimensionales. Efectivamente el 3D está de moda, y ya no solo se puede ver y admirar sino también crear y tocar.
Estas impresoras, en principio dirigidas a un público profesional acostumbrado a trabajar con sistemas CAD, no funcionan con papel corriente sino mediante un sistema de inyección de plástico ABS.
Su funcionalidad está orientada a la creación de prototipos de piezas u otros objetos cuyas medidas no superen los 20x20x15. De esta forma se puede diseñar una pieza, obtener un prototipo de forma inmediata y gracias a la rigidez del plástico ABS incluso probarla para comprobar su funcionamiento. La ventaja de esta nueva línea es la sencillez de instalación, operación y mantenimiento, casi como cualquier impresora que podemos tener en casa.
Estas innovaciones siempre nacen enfocadas a la industria y sus procesos, aunque no suena tan disparatado que en algún momento versiones hogareñas comiencen a acumularse en los escaparates de grandes tiendas junto a las incipientes televisiones 3D, móviles 3D, consolas 3D, etc. Imagínense "imprimiendo" en casa esa taza de café que nos falta, o la tapa del mando a distancia o un simple juguete para los niños.
Sus precios de momento oscilan entre los 12.500€ para la monocromo y los 16.500€ para la versión en color.
Estas impresoras, en principio dirigidas a un público profesional acostumbrado a trabajar con sistemas CAD, no funcionan con papel corriente sino mediante un sistema de inyección de plástico ABS.
Su funcionalidad está orientada a la creación de prototipos de piezas u otros objetos cuyas medidas no superen los 20x20x15. De esta forma se puede diseñar una pieza, obtener un prototipo de forma inmediata y gracias a la rigidez del plástico ABS incluso probarla para comprobar su funcionamiento. La ventaja de esta nueva línea es la sencillez de instalación, operación y mantenimiento, casi como cualquier impresora que podemos tener en casa.
Estas innovaciones siempre nacen enfocadas a la industria y sus procesos, aunque no suena tan disparatado que en algún momento versiones hogareñas comiencen a acumularse en los escaparates de grandes tiendas junto a las incipientes televisiones 3D, móviles 3D, consolas 3D, etc. Imagínense "imprimiendo" en casa esa taza de café que nos falta, o la tapa del mando a distancia o un simple juguete para los niños.
Sus precios de momento oscilan entre los 12.500€ para la monocromo y los 16.500€ para la versión en color.
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