Investigadores holandeses liderados por Tibor Kudernac, de la Universidad de Twente, y Ruangsupapichat Nopporn, de la Universidad de Groningen, consiguieron desarrollar lo que podríamos llamar el vehículo eléctrico más pequeño del mundo: mide sólo seis nanómetros.
El “vehículo” en cuestión fue fabricado agrupando átomos formando una estructura del tamaño de una molécula, contando con cuatro ruedas que giran de manera independiente al ser cargadas con 500 mV (logrando una autonomía de 30 minutos).
Para cargar dichas ruedas los investigadores utilizan el mismo microscopio con el que observan el vehículo (microscopio de efecto túnel), con lo que se consigue que los electrones energicen cada rueda logrando que estas desplacen la estructura hacia adelante. Hasta el momento los investigadores han logrado que el vehículo se desplace 0,6 nanómetros luego de 10 estimulaciones eléctricas.
¿Y para qué sirve un vehículo tan pequeño? En realidad aún no existen una aplicación práctica, pero los investigadores señalan que gracias al estudio de este tipo de moléculas esperan lograr importantes avances en el desarrollo de máquinas a escala nanométrica.
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