Cada día me levanto pensando porqué los aviones de combate (o incluso mi automóvil) no llevan ya cañones láser. Podéis llamarme loco si queréis, pero en DARPA hay otra mucha gente que piensa como yo. La cuestión es que si esto no es todavía posible es por el tamaño de las armas láser desarrolladas, que impiden montarlas de manera eficiente sobre cazas. Todavía…
Por eso DARPA trabaja en Excalibur, un certero nombre para definir un prototipo de reducido tamaño pero gran poder letal. Frente a otras armas de este tipo, que emplean componentes químicos a mansalva, Excalibur es capaz de convertir la electricidad en energía láser directamente.
Pero lo más inquietante de todo es saber que el objetivo final de DARPA con esta arma, que combina diferentes haces de láser en un sólo rayo, es reducir tanto el tamaño de los emisores para que puedan montarse a lo largo de toda la estructura externa de una nave. Así, una vez seleccionado el blanco, todas las miras convergerían sobre él recibiendo todo el daño concentrado.
¿Demasiada ciencia-ficción? A finales de este 2011 DARPA mostrará un prototipo de 3 kilowatios, en el camino de conseguir un sistema de 100 capaz de realizar ataques de precisión tanto en aire como en tierra.
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