Quizá pronto desaparezcan de nuestras vidas los cables que solemos utilizar para recargar nuestros teléfonos móviles, nuestros ordenadores portátiles o las PDAs, gracias a un sistema desarrollado por un equipo de físicos estadounidenses que permite transmitir energía sin cables mediante un tipo de antenas “resonantes”, informa la revista physicsweb.
En el siglo XIX, el físico e ingeniero serbio Nikola Tesla experimentó por vez primera con la transferencia electrónica sin cables. Su intención era desarrollar una red de alto voltaje que, sin necesidad de cables, suministrara la energía eléctrica necesaria.
Y, aunque su idea fracasó por el peligro de los campos electromagnéticos que se originarían con dicha red, otras propuestas más recientes han devuelto el interés científico por el tema, la idea de Tesla fue que el mundo entero pudiera tener electricidad inalámbrica de forma libre y gratuita, lo cuál sabemos no conviene a las comisiones que cobran por este servicio .
En 2007, los científicos del MIT demostraron la forma en que una bombilla de 60 W podría recibir energía inalámbrica en una distancia de 2 metros, incluso si alguien intentaba bloquear el proceso interponiéndose entre la bombilla y el transmisor. En ese entonces, los científicos utilizaron un transmisor y receptor con un diámetro de 60 cm, por lo que el sistema no era adecuado para aplicaciones prácticas. Sin embargo, desde entonces los científicos han logrado reducir el diámetro del transmisor.
En 2010, los científicos lograron demostrar que la eficacia del sistema aumenta si dos o más unidades son cargadas simultáneamente. Al cargar únicamente 1 unidad, la eficacia es del orden del 20%; en otras palabras, el 80% de la energía se desperdicia. Sin embargo, al utilizar 2 unidades la eficacia aumenta al 30%, debido a que las 2 unidades fortalecen el campo magnético. Al agregarse aún más unidades, se podría llegar a una eficacia del 100%.
Para demostrar el funcionamiento del nuevo sistema, los físicos construyeron una gran bobina de cobre, autorresonante, que funcionaba a una frecuencia óptima de 6,5 Mhz. El tamaño de las espiras de la bobina era tal, que cubrían un área de aproximadamente un metro cuadrado y lo suficientemente delgada como para ser incrustada en las paredes o el techo de una habitación. Esta bobina sirve como fuente de resonancia para otras dos más pequeñas que se encuentran en el dispositivo a alimentar, a las que se transmite la energía de forma inalámbrica. Al igual que con otros métodos similares, la eficacia del sistema disminuye con la distancia. Tal como ocurre con una transmisión de radio o televisión, diferentes circuitos resonantes pueden operar y transmitir energía entre sí de forma simultánea, siempre y cuando cada uno utilice una frecuencia diferente. Los investigadores también demostraron que el “acoplamiento cruzado” entre dispositivos electrónicos es aproximadamente 15 veces menor que el acoplamiento entre cada dispositivo y la bobina de la fuente. Los experimentos revelaron que el sistema puede proporcionar más de 25 vatios de potencia a cada uno de los dispositivos electrónicos que se encuentren a unos dos metros de la bobina emisora.
Los científicos del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) están desarrollando tecnologías para la transferencia inalámbrica de corriente eléctrica. La empresa está preparada para vender su tecnología, y los primeros productos podrían estar disponibles incluso este año (2012).
Los productos ya existentes de inducción requieren, en general, que haya contacto físico entre el transmisor y receptor. En el caso de WiTricity, la empresa ha desarrollado una tecnología de carga inalámbrica, que funciona en una distancia superior a 1 metro.
Otras compañías, entre las que se cuentan Intel Intel y Sony, también trabajan con proyectos similares.
Es momento de evolucionar, la electricidad inalámbrica es posible, esto representa un cambio total en la humanidad
¿Cuándo podremos utilizar algo así en casa? Dentro de no mucho tiempo. La tecnología utilizada en las bobinas y demás partes del equipo existe desde hace tiempo, pero “antes de que se pueda utilizar ampliamente tenemos que lograr integrar los receptores de una manera transparente en los dispositivos", afirma Kurz. "También nos gustaría hacer más mejoras en el rendimiento. Cuando eso esté listo, se podrá utilizar en muchas aplicaciones de consumo." Según parece, y si no se descubre que estas radiaciones electromagnéticas son perjudiciales para la salud, la energía inalámbrica se encuentra a la vuelta de la esquina.
En este video podrás entender a detalle las innovadoras ideas de Tesla
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