El cielo es el límite. Nada más ni nada menos que 1.5 Gigabytes por segundo de velocidad de transmisión de datos a través de WiFi es lo que han conseguido los fabricantes japoneses de chips Rohm.
El pequeño dispositivo apenas mide dos centímetros de largo y emplea una transmisión de tipo terrahertz wave, caracterizada por emplear una porción del espectro entre los infrarrojos y las microondas. Y lo mejor de todo es saber que chips cómo estos pueden ser más baratos de fabricar que los actuales.
En Rohm además no sólo están convencidos de que pueden tener en el mercado estos chips en un plazo de tres o cuatro años, si no que además piensan que pueden llegar… a los 30 Gbps.
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