Cuando la tecnología se pone al servicio del entretenimiento se pueden llegar a diseñar cosas como esta. La robótica se atreve con todo y no se limita a imitar humanos o naves, también es capaz de clonar seres del reino animal y hacerlos parecer tan reales que producen las mismas sensaciones que los orgánicos. Si tienes ganas de divertirte a costa de los demás, estas cucarachas robóticas harán tus días mucho más amenos y los de las víctimas bastante más desagradables.
Cuando se nombra la palabra robot a todos nos vienen a la mente diseños humanoides como el Terminator o como los protagonistas de la Guerra de las Galaxias. Sin embargo, la tecnología no siempre deriva en artefactos tan serios y ortodoxos. A veces se pone al servicio de la diversión mundana y produce dispositivos tan curiosos como los que traemos en esta noticia. Sus creadores los han bautizado con el nombre de Skitterbot y son lo más parecido que podrás encontrar a una cucaracha. Sorprende comprobar que este insecto de plástico causa las mismas desagradables sensaciones que sus homólogas orgánicas.
La forma coincide con el modelo real pero dónde realmente se proyectan nuestros miedos atávicos es en sus conseguidos movimientos y hasta el ruido que hacen las patitas cuando se desplaza en busca de aventuras. No es que las cucarachas vivas generen sonidos al corretear por el suelos de las casas, pero en nuestra imaginación superponemos un tipo de ruido que damos por cierto cuando, a causa de la repugnancia que nos provoca, exageramos las características del bicho.
Cuando se nombra la palabra robot a todos nos vienen a la mente diseños humanoides como el Terminator o como los protagonistas de la Guerra de las Galaxias. Sin embargo, la tecnología no siempre deriva en artefactos tan serios y ortodoxos. A veces se pone al servicio de la diversión mundana y produce dispositivos tan curiosos como los que traemos en esta noticia. Sus creadores los han bautizado con el nombre de Skitterbot y son lo más parecido que podrás encontrar a una cucaracha. Sorprende comprobar que este insecto de plástico causa las mismas desagradables sensaciones que sus homólogas orgánicas.
La forma coincide con el modelo real pero dónde realmente se proyectan nuestros miedos atávicos es en sus conseguidos movimientos y hasta el ruido que hacen las patitas cuando se desplaza en busca de aventuras. No es que las cucarachas vivas generen sonidos al corretear por el suelos de las casas, pero en nuestra imaginación superponemos un tipo de ruido que damos por cierto cuando, a causa de la repugnancia que nos provoca, exageramos las características del bicho.
Las Skitterbot pueden servir de terapia para superar fobias a estos bichos inmundos o para dispararlas en nuestros seres queridos. Si se convierten en el regalo de moda de las navidades auguramos tropeles de madres y hermanas saltando por la ventana así como fulminantes rupturas, previo guantazo exacerbado, si son las novias las atacadas con el atemorizante robobicho. Las Skitterbot se recargan en 30 minutos mediante un sencillo USB y tienen energía suficiente para corretear y generar el caos doméstico durante 15 minutos.
Disponen de un mando con 5 botones con el que podrás controlar a tu antojo el destino de estos esbirros rastreros. Existen cuatro colores: azul, verde, rojo y blanco. Cada uno posee una frecuencia distinta para que puedas controlar de forma independiente un pequeño ejército de repelentes bots. Para colmo del terror añaden unos LEDs en forma de ojillos que se encienden y apagan como si verdaderamente te estuvieran escrutando a la espera de órdenes para acabar contigo.
Disponen de un mando con 5 botones con el que podrás controlar a tu antojo el destino de estos esbirros rastreros. Existen cuatro colores: azul, verde, rojo y blanco. Cada uno posee una frecuencia distinta para que puedas controlar de forma independiente un pequeño ejército de repelentes bots. Para colmo del terror añaden unos LEDs en forma de ojillos que se encienden y apagan como si verdaderamente te estuvieran escrutando a la espera de órdenes para acabar contigo.
Si te cansas de su faceta asustaviejas y has terminado por echar de la casa a madres, abuelas y hermanas, aun te queda la posibilidad de organizar carreras con tus amigos o echar tus batallones de cucabots a pelear contra las hordas enemigas. Tampoco es que muerdan o se destrocen unas a otras, pero como divertimento transitorio te puede proporcionar algunos buenos momentos con los compañeros.
La mejor manera de sacar provecho lúdico de las Skitterbots la encontrarás en ver las reacciones que provocan estos bichos electrónicos en las mascotas. Ver los saltos histéricos que pegan los gatos o los requiebros desconfiados de los perros no tiene precio. Por los razonables 20 dólares que cuesta cada unidad, merece la pena rascarse el bolsillo para comprobar si tu gato es un valiente felino o, por el contrario, estás dando cobijo a un cobarde peludo con engañoso aspecto de temible depredador.
La mejor manera de sacar provecho lúdico de las Skitterbots la encontrarás en ver las reacciones que provocan estos bichos electrónicos en las mascotas. Ver los saltos histéricos que pegan los gatos o los requiebros desconfiados de los perros no tiene precio. Por los razonables 20 dólares que cuesta cada unidad, merece la pena rascarse el bolsillo para comprobar si tu gato es un valiente felino o, por el contrario, estás dando cobijo a un cobarde peludo con engañoso aspecto de temible depredador.
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