La ilusión de profundidad que ofrecen ahora las películas en 3D es una pobre imitación de lo que es una experiencia visual verdaderamente tridimensional. En el mundo real, a medida que nos movemos alrededor de un objeto, cambia la perspectiva que tenemos sobre él. Sin embargo, en un cine que muestra una película en 3D, todos los espectadores tienen la misma perspectiva fija y deben usar unas molestas gafas.
A pesar de los impresionantes avances recientes, la televisión holográfica, que presentaría imágenes que cambiarían según la perspectiva, aún parece tener por delante bastantes años de desarrollo y perfeccionamiento antes de llegar a las viviendas.
En cambio, en un estudio nuevo, un equipo de científicos del Media Lab, adscrito al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, ha explorado a fondo una estrategia alternativa de tridimensionalidad de múltiples perspectivas sin necesidad de gafas, que podría ser mucho más viable de llevar a la práctica y producir a escala comercial a corto plazo.
En vez de usar el complejo hardware necesario para producir hologramas, el sistema del Media Lab utiliza varias capas de pantallas de cristal líquido (LCD), la tecnología presente en la actualidad en la mayoría de los televisores de pantalla plana.
Para producir una ilusión 3D convincente, los LCDs deberían tener una frecuencia de actualización de 360 hercios, o sea que tendrían que actualizar la imagen 360 veces por segundo. No hay aún pantallas de este tipo disponibles comercialmente, pero no parece que vaya a pasar mucho tiempo antes de que lleguen al mercado; ya han aparecido en el mercado televisores LCD con frecuencia de actualización de 240 hercios, tan sólo unos pocos años después de la aparición de los de 120 hercios.
El equipo de Douglas Lanman, Matthew Hirsch y Ramesh Raskar ya ha desarrollado un prototipo de su sistema 3D que usa tres paneles LCD. También han desarrollado otro prototipo que utiliza sólo dos paneles, pero entre ellos han introducido una capa de lentes que refractan la luz hacia la izquierda y la derecha.
Esas lentes en realidad fueron desarrolladas para sistemas de visualización estereoscópica; un panel LCD debajo de estas lentes muestra alternativamente una imagen destinada al ojo izquierdo, que es difractada hacia la izquierda, y otra para el ojo derecho, que es difractada hacia la derecha.
Aunque la pantalla del MIT también aprovecha la capacidad de proyectar patrones distintos en direcciones diferentes, el propósito principal de las lentes es ampliar el ángulo de visión de la pantalla. Con la versión de tres paneles, la ilusión 3D se mantiene dentro de un ángulo de visión de 20 grados, pero con la versión de lentes refractivas, el ángulo de visión se expande a 50 grados.