Es, a todos los efectos, un ordenador convencional. Pesa lo que un ordenador convencional y a pesar de que el concepto sugiera lo contrario, no está pensado para sujetar como si fuera un libro, sino para apoyar sobre la mesa. La batería dura dos horas y media o tres y todo el sistema se mueve con Windows 7.
¿Qué tal funciona? Pues lo cierto es que esperaba que fuese bastante más lento y torpe. Se mueve con cierta soltura y el teclado virtual no es del todo incómodo (la sensación no es muy diferente de la de teclear en un iPad). Acer tiene algunas ideas interesantes, como el uso de ciertos gestos para lanzar programas rápidamente o llamar a ciertas funciones. Por ejemplo, apoyando los 10 dedos y las muñecas el teclado aparece automáticamente en la pantalla inferior. Apoyando 4 se accede a una rueda de selección rápida de programas. Hay también atajos para enviar ventanas e imágenes desde una pantalla a otra.
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