Puede que la tan manida capa de invisibilidad de Harry Potter sea lo que haya inspirado a los científicos para, en los últimos tiempos, desarrollar distintos métodos, algunos sencillos y otros más complejos -que involucran nuevas tecnologías y materiales-, para ocultar objetos a la vista. El último ejemplo proviene de la Universidad de Rochester en Nueva York y, según sus autores, no sólo supera algunas de las limitaciones de los dispositivos anteriores sino que utiliza materiales de bajo coste y fácilmente disponibles en una nueva configuración. El resultado, que las cosas parecen desaparecer ante nuestra vista como por arte de magia. Lo han denominado la «Capa Rochester».
John Howell, profesor de física en la universidad estadounidense, utilizó cuatro lentes estándar que mantienen el objeto oculto a la vista incluso aunque el espectador se mueva a varios grados de distancia de la posición de visualización óptima. «Este es el primer dispositivo conocido que puede ocultar objetos en tres dimensiones vistos desde distintos ángulos y en el espectro visible», dice Joseph Choi, estudiante de doctorado en el Instituto de Óptica de Rochester.
Otras capas de invisibilidad funcionan bien cuando se mira un objeto en línea recta, pero si se mueve el punto de vista, aunque sea un poco, el objeto se hace visible. De igual forma, cambian el fondo drásticamente, por lo que es obvio que el dispositivo de ocultación está presente.
Con el fin tanto de hacer invisible un objeto como de dejar el fondo sin distorsiones, los investigadores determinaron el tipo de lente y la distancia precisa para separar las cuatro lentes. Para probar su dispositivo, colocaron un objeto en frente de un fondo de red. Al mirar a través de las lentes y cambiar su ángulo de visión, moviendo de lado a lado, la red cambiaba en consecuencia como si el dispositivo de ocultamiento no estuviera allí. No había ninguna discontinuidad en las líneas de cuadrícula detrás del objeto ocultado.
En luz visible y con grandes objetos
Los autores de la investigación dicen que la «Capa Rochester» se puede escalar tanto como el tamaño de las lentes, tanto como para ocultar cualquier gran objeto. Y, a diferencia de otros dispositivos, funciona para todo el espectro visible de la luz, en lugar de sólo para frecuencias específicas.
En un nuevo artículo enviado a la revista Optics Express y disponible en arXiv.org, Howell y Choi proporcionar la fórmula matemática para este tipo de camuflaje que puede trabajar para ángulos de hasta 15 grados o más.
Howell cree que su capa podría tener posibles aplicaciones, incluyendo su uso para que un cirujano pueda mirar a través de sus manos o el conductor de un camión haga lo propio a través de los puntos ciegos de su vehículo.
Puede que el nombre de Howell no le diga mucho, pero quizás le recuerde por crear una sencilla y barata capa de invisibilidad con espejos junto con su hijo de 14 años. La nueva capa también es sencilla. Su inventor incluso da las instrucciones en la web de la universidad como si fuera un manual de un mueble de Ikea.